Estoy más que segura que si nuestras piernas pudiesen hablarnos, lo harían. Especialmente en ese momento en el que decidimos que es hora de depilarlas una vez más. En serio… nuestras piernas hacen demasiado por nosotros. Nos transportan, nos soportan cuando olvidamos humectarlas y no se quejan si usas una rasuradora vieja que lleva 2 meses en tu baño y que probablemente te dejará mini heridas.
11 mensajes de texto que tus piernas te mandarían si pudieran
Optimismo que nos une